UN NUEVO PUENTE

Aunque Facebook es una red de gran dinámica, para concretar un contacto hay que formar parte de ella en forma activa y no todos desean hacerlo. Un blog en cambio permite asomarse a él de inmediato, consultarlo y salir, sin ser parte de una especie de gran familia predeterminada. Por eso lo sumo a mi necesidad de comunicación, muy en especial para los oyentes de Plumas, bikinis y tango en Fm 92.7 (www.la2x4.gov.ar) que sale los domingos de 11 a 14 y mis espectadores fieles del ciclo Al cine con la UNLa que programo y presento cada jueves a las 19 en la Universidad Nacional de Lanús, 29 de setiembre 3901, Remedios de Escalada. A ellos y los demás, bienvenidos y gracias por cruzar este nuevo puente.

lunes, 6 de mayo de 2013

MANZI LA VIDA EN ORSAI O CUANDO EL AYER RESULTA INNOVADOR

Hace tanto que faltan las comedias musicales tangueras que esta incursión de Betty Gambartes, Diego Vila y Bernardo Carey por el sendero emocional de Homero Manzi termina configurando una paradoja: el ayer innovador. Gambartes al ponerse al timón de un género que domina como nadie hace un acto de contricción con el tango después de aquella resurrección de Enrique Santos Discépolo con Diego Peretti en el protagónico que pecó de una sofisticación snob poco menos que sacrílega. Aquí en cambio no le tiene como entonces miedo a lo popular. Este Manzi es real, tiene carnadura humana en sus pasiones amorosas e ideológicas, los pantallazos que sintetizan su corta vida dibujan situaciones cotidianas y como apuesta mayor, el actor que lo revive canta ese repertorio de oro. Jorge Suárez, intérprete de virtudes infrecuentes, se le anima a todos los temas inolvidables con excepción de Sur, el evangelio de Homero, porque se menciona en el texto a Edmundo Rivero y se prefirió no abordar esa gema sino darle una entrada breve con voz femenina y que siga el Feo Mayor de Buenos Aires. Pero todos los otros desde Fuimos a Barrio de tango se escuchan con placer y emoción en la voz y la gestualidad de Suárez. Lo mismo puede decirse de Julia Calvo como Nelly Omar, personaje que transita con gran intensidad pero también con ese toque pícaro y atorrante que tan bien les cayó siempre a nuestras cantantes. Juntos encienden y mantienen vivo el espectáculo. Pero es justo señalar también el buen desempeño de Néstor Caniglia en varios papeles de apoyo, incluyendo a Troilo. El aporte musical, de importancia decisiva, tiene calidad y estilo, Diego Vila lo hace funcionar como se debe en una pieza musical o sea como un personaje que condensa clima. Escenografía (Gonzalo Córdova) y vestuario (Mini Zuccheri) apenas brindan el marco requerido, no hace falta más. Porque al fin de cuentas como en las legendarias obras de Canaro y Mores el que manda y levanta la ovación final es el tango. Era hora.

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