UN NUEVO PUENTE

Aunque Facebook es una red de gran dinámica, para concretar un contacto hay que formar parte de ella en forma activa y no todos desean hacerlo. Un blog en cambio permite asomarse a él de inmediato, consultarlo y salir, sin ser parte de una especie de gran familia predeterminada. Por eso lo sumo a mi necesidad de comunicación, muy en especial para los oyentes de Plumas, bikinis y tango en Fm 92.7 (www.la2x4.gov.ar) que sale los domingos de 11 a 14 y mis espectadores fieles del ciclo Al cine con la UNLa que programo y presento cada jueves a las 19 en la Universidad Nacional de Lanús, 29 de setiembre 3901, Remedios de Escalada. A ellos y los demás, bienvenidos y gracias por cruzar este nuevo puente.

jueves, 10 de octubre de 2013

LA RENDICION NO ESCANDALIZA, SEDUCE

Acaba de presentarse en Maipo Kabaret el espectáculo La rendición que tiene libro de la australiana Toni Bentley con adaptación e interpretación de la  suiza Isabelle Stoffel y puesta de Sigfrid Monleón. La propuesta es simple y austera, apenas unos muebles de madera fácilmente convertibles, diez velas pequeñas que tendrán un cierto devenir ritual y un panel iluminado por detrás a la manera de las sombras chinescas. El resto es pura belleza y encanto de la actriz, sin duda carismática y atrapante,  pero también el desafío de un texto que exalta, sin el menor maquillaje de la palabra, el coito anal. La protagonista del texto –descontamos que también del relato original- es una bailarina clásica que experimenta una verdadera revolución en su vida cuando acepta ser accedida sexualmente por su puerta trasera, el célebre pecado “nefando” que durante muchos siglos la iglesia fustigó pero no reprimió y que inclusive tantos trastornos le sigue causando. Con desenfado, chispa y picardía la Stoffel relata minuciosamente muchos encuentros focalizados en ese camino del amor y lo hace con crudeza llamando a los genitales de ambos sexos con sus nombres vulgares y acompañando el relato con elocuentes movimientos corporales. Aunque el libro es fuerte, en los tiempos que corren podría parecer casi crepuscular porque hoy nada sorprende, como vehículo para “epatar” –ese término tan español que aquí no usamos y que significa provocar un impacto- llega más bien tarde. Pero lo sabroso de la La rendición reside en que tiene bastante más miga debajo de la cáscara crujiente y transgresora. Esta señorita de unos treinta y tantos descubre su identidad femenina pletórica e inquietante, misteriosa y volcánica cuando la aceptación tácita de la penetración vaginal la pone súbitamente de espaldas y la somete. Es interesante, porque este acceso carnal como vía de la homosexualidad masculina ha sido desmenuzado hasta lo infinitesimal, pero no pasa lo mismo cuando el lugar pasivo lo ocupa una mujer. ¿Cuántas admiten que les produce placer y que no lo conceden sólo para aplacar la lujuria del compañero? Isabelle Stoffel lo hace con regocijo y en público. Es una propuesta diferente y divertida. Y además como queda dicho, esta suiza es, simplemente, deliciosa.

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