UN NUEVO PUENTE

Aunque Facebook es una red de gran dinámica, para concretar un contacto hay que formar parte de ella en forma activa y no todos desean hacerlo. Un blog en cambio permite asomarse a él de inmediato, consultarlo y salir, sin ser parte de una especie de gran familia predeterminada. Por eso lo sumo a mi necesidad de comunicación, muy en especial para los oyentes de Plumas, bikinis y tango en Fm 92.7 (www.la2x4.gov.ar) que sale los domingos de 11 a 14 y mis espectadores fieles del ciclo Al cine con la UNLa que programo y presento cada jueves a las 19 en la Universidad Nacional de Lanús, 29 de setiembre 3901, Remedios de Escalada. A ellos y los demás, bienvenidos y gracias por cruzar este nuevo puente.

miércoles, 29 de febrero de 2012

BANEGAS EN OTRO GRAN DESAFIO TEATRAL



Consolidada hace mucho como nuestra gran actriz de teatro –aunque sin cerrar fronteras, lo demuestra cada tanto en cine o TV, basta recordar su creación en Mujeres asesinas- Cristina Banegas lleva siempre el desafío un poco más allá. Ahora con un falso refugio en la lectura (podría parecer más fácil) rescata un momento literario de James Joyce en Ulises y le pone carnadura al personaje de Molly Bloom. El texto, duro, áspero, escatológico y lleno de sarcasmo, extrae las vivencias profundas de una mujer joven, dibuja con bisturí todas esas imágenes que el pudor esconde, esas perplejidades y contradicciones que son patrimonio femenino exclusivo. Molly vomita con libertad cada sensación movilizada por el deseo sexual, describe con claridad pero sin la protección del discurso genitales y secreciones, menstruaciones y excitaciones. Sin discurso porque sus palabras destilan más bien obscenidades de peluquería, su opinión acerca del hombre y las prohibiciones hipócritas de la sociedad hay que descubrirlas entre un revoltijo de sábanas manchadas. Ante un texto de esta índole y con el cerrojo del libro en el atril, si bien el cuerpo se expresa, la que manda es la elocución, es decir la voz. Y allí es donde Banegas ha explorado hasta lo imposible con la guía de Carmen Baliero para conseguir una actuación estupenda donde lo dice todo de las maneras más diversas: asco, desprecio, furia, comprensión, lujuria, dudas y hasta pequeñas burlas de salón llegan a la platea con una gama muy rica de tonos y matices. Durante una hora exacta, la actriz toca distintos instrumentos para lograr lo que preanuncia en el programa de mano, un concierto. Conviene no perderse este recital que a veces es una caricatura y otras una autopsia.

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