GRANOS DE UVA EN EL PALADAR...Y EN EL CORAZON

Debutó en el Centro Cultural de la Cooperación un grupo de directoras y actrices españolas con la pieza Granos de uva en el paladar, versión libre de tres cuentos de Susana Hornos -responsable de la puesta con Zaida Rico y esposa de Federico Luppi- generando un espectáculo breve, punzante, profundo y emotivo. Estas virtudes no son de coinicidencia frecuente pero ellas las fusionan con una mirada sobre la realidad española que nace en los fragores de la guerra civil. Sin escenografía y con una tela gris a la manera de los ponchos criollos que será según convenga atuendo de monja, ropa carcelaria y hasta fusil nacionalista, las actrices nos llevan a puro relato, canción y cuidada expresión corporal por los senderos del odio, la culpa y la redención. La simplicidad de la propuesta esconde largos ensayos y un espíritu alegórico que fuga bien de los lugares comunes más o menos rituales y litúrgicos -herramientas que sin embargo se usan- para conseguir el objetivo fundamental: conmover. No hay discurso político ni hace falta, porque sobran recursos de actuación, lo que se quiere decir se dice con un gesto, un pedacito de aquellos cantos célebres de trinchera y hasta con una receta de cocina. Allí está España encriptada en teatro noble, es suficiente. La calidez con que fueron recibidas por un público tan entrenado y conocedor como el porteño es el mejor elogio, ellas dispararon calidez y se les respondió con ráfagas de lo mismo. Además de las directoras mencionadas, integran el equipo como actrices Arantza Alonso, Marta Cuenca, Lucía Andriotta, Clara Díaz, Sauce Elena y Ruth Palleja. Vale la pena disfrutarlas.